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.·:*¨ Itinerario O Peto Máxico¨*:·.

  ¡Hola Chic@s! 😇

Parece que en el capítulo de hoy Doraemon ha decidido realizar una visita guiada por Santiago de Compostela junto con Shizuka y Nobita Nobi. Antes que nada, parece que el gato cósmico sacó de su bolsillo un mapa interactivo para que nadie se pierda. 

¡Aquí tenéis chic@s!

¡Vaya! ¡Qué ruta tan interesante!
Pero... ¿Dónde se ha metido Doraemon? Parece que se está nobiteando, desaparece y no dice a dónde va...Shizuka y Nobita van a buscarle de inmediato... Con las ganas que tienen de pasear por Compostela... 😡

¡Shizuka y Nobita no se lo pueden creer! ¡Doraemon se estaba comiendo unos dorayakis! 
¡Venga! ¡Qué comience la visita! 

Doraemon deja de atiborrarse de dorayakis, y empieza a narrar su experiencia compostelana.

Nobita en estado puro

Salimos de la calle Rodas nº 12, donde vivo, tranquilo porque por suerte Nobita está bastante tiempo fuera de casa. Como siempre, su inquietud era más fuerte que su sentido común y estaba impaciente por saber qué íbamos a hacer. Mientras bajábamos hacia nuestra primera parada, Nobita y Shizuka me recordaban lo importante que era este trabajo sobre el patrimonio de Santiago.

En ese instante decidí sacar mi Diseñador de Itinerarios Turísticos Alternativos, y configuré una ruta personalizada: una mezcla entre historia, arte, pero sobre todo mucha experiencia. Partimos desde el aparcamiento junto a la Secretaría Xeral da Emigración de Galicia, a un costado del Convento de Santa Clara, por donde pasa el Camino Inglés. Puedes saber más sobre este fascinante camino en este enlace.

No habíamos avanzado mucho cuando Nobita ya estaba tocando los símbolos del peregrino en la pared: la flecha amarilla y la concha de vieira. “¡Nobita, no los toques! Es una falta de respeto,” le advertí, pero como siempre, no escuchó. Un calambre lo hizo saltar, y acto seguido encontró una camelia caída en el suelo.

“¡Ni se te ocurra recogerla!” le advertí, pero él, sonriente, se la guardó en el bolsillo. No sé cómo explicarlo pero algo iba a pasar.




El Convento de Santa Clara

Nuestra primera parada fue el Convento de Santa Clara, un lugar lleno de historia. Shizuka, apasionada por el tema, explicó cómo las Clarisas vivían, y viven en este espacio, dedicándose a la vida espiritual. Este convento, con más de siete siglos de historia, sigue siendo uno de los más importantes de la ciudad. Puedes leer más sobre él en este enlace.

Mientras Shizuka hablaba, Nobita rebuscaba en su bolsillo, buscando algo que  comer supongo, y dejó caer la camelia al suelo. Al verla rodar, sentí un escalofrío. “Algo va a pasar,” pensé, y aunque intenté ignorarlo, no pude quitarme esa sensación.

El taller del "escultor de la raza"

Cerca de nuestra primera parada, pasamos por el lugar donde estaba el taller del famoso escultor Francisco Asorey en donde aproveché para leer en la guía  un poco sobre  el "escultor de la raza". Actualmente solo queda una placa conmemorativa, pero este artista dejó una huella imborrable en la ciudad.

Al pasar, Nobita me sorprendió con una pregunta inusual: “Doraemon, ¿quién fue Asorey? ¿Por qué no me habías hablado de él?” Shizuka y yo nos detuvimos para explicarle que Asorey fue uno de los grandes escultores gallegos, cuyo estilo realista y cargado de simbolismo representaba las raíces y el espíritu gallego. Puedes descubrir más sobre su obra en este catálogo. Por primera vez, Nobita parecía genuinamente interesado.

A falta de dorayakis buenas son las glorias

El hambre de Nobita se manifestó al pasar frente a la Confitería San Roque, famosa por sus Glorias. “¡Quiero una Gloria, Doraemon! ¡Cómpramela!” gritaba mientras yo intentaba ignorarlo. Al final, cedí. Debo admitir que estos dulces, típicos de convento, son deliciosos. Mientras disfrutábamos de ellos, Shizuka comentó cómo estos sabores conectan con la tradición y el patrimonio culinario gallego.


El Antiguo Hospital de San Roque y la capilla de Montserrat

Nuestra siguiente parada fue el Hospital de San Roque, un edificio que sirvió como refugio para peregrinos enfermos. Desde el otro lado de la calle, admiramos su fachada, y Shizuka aprovechó para explicarnos su importancia histórica. Este lugar es ahora sede del Instituto Padre Sarmiento, dedicado a la investigación cultural. Puedes leer más sobre este hospital en este enlace.

Mientras Shizuka hablaba, Nobita desapareció. Lo encontramos intentando entrar en la Capilla de Montserrat, que estaba cerrada. “¡Nobita, deja de causar problemas!” le dije, pero él respondió: “Solo quería saber cómo es por dentro…”. Tal vez su curiosidad no era tan mala después de todo.


Bonaval y el CGAC

 

Nuestra siguiente parada fue el Museo do Pobo Galego, en el antiguo Monasterio de Bonaval, junto al CGAC (Centro Galego de Arte Contemporáneo). Este contraste entre tradición y modernidad siempre me ha fascinado. Nobita, para mi sorpresa, mostró interés en la famosa escalera helicoidal, desde donde se puede ver gran parte de la ciudad.

Mientras caminábamos por el museo, Shizuka se emocionó con la riqueza cultural de Galicia que se exhibe en sus salas. Puedes explorar más sobre este fascinante lugar en este enlace.

A continuación visitamos el Panteón de los Gallegos Ilustres, donde descansan figuras como Rosalía de Castro.Shizuka estaba emocionada; siempre ha admirado su poesía. Nobita, por su parte, se interesó repentinamente al reconocer el nombre de Francisco Asorey, lo que me sorprendió. “¡El escultor de la raza!” exclamó. Nunca sé cómo funciona su mente, pero me alegró ver su curiosidad.


El encuentro con Lucrecia de Andrade: la dama de la camelias versión Bonaval

Hacía bastante frío pero nos adentramos en los Jardines de Bonaval, un rincón mágico, donde la historia y la naturaleza se entrelazan. Shizuka nos confesó que muchas veces viene aquí para relajarse porque el ruido de la fuente la relaja. Espero poder venir algún día sin Nobita... Hablando de Nobita, mientras paseábamos por los jardines, Nobita gritó como un loco: “¡Doraemon! ¡Un fantasma!”

No era un fantasma, sino el espíritu de Lucrecia de Andrade, una mujer elegante y misteriosa que apareció para reclamar la camelia que Nobita llevaba. Al principio, Nobita estaba asustado, pero su curiosidad lo llevó a hacer preguntas. Lucrecia comenzó a contarnos su historia, llena de amor, traición y resistencia. Mientras hablaba, las camelias parecían cobrar vida a su alrededor.

Un final de película

Nuestra aventura terminó con Lucrecia llevándonos a un lugar una de las vistas más bonita de toda la ciudad. Con el viento moviendo las camelias, recitó los versos de Rosalía de Castro:

"Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa."

Luego desapareció, dejando un aire de melancolía y magia. Mientras regresábamos, Nobita me miró y dijo: “Doraemon, creo que ahora entiendo. No está mal ser curioso, pero debo pensar antes de actuar. ¿Verdad?”

       Agradecemos su colaboración a la actriz Raque Cotarelo. 
Síguela en instagram @raque_cott_actriz para ver los vídeos de su actuación.
.·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.

#DoraConsejo

La curiosidad puede ser un caos en nuestra mente, pero también es la chispa del aprendizaje.  Nobita nos mostró que gracias a la curiosidad es posible descubrir el patrimonio de una ciudad, crecer y aprender divirtiéndonos. Y yo, gracias a Nobita, también aprendí que la ignorancia es parte del viaje hacia el conocimiento cósmico. Debo asumirlo, hoy Nobita se merece unos buenos dorayakis.



¡Hasta la próxima! 
















Comentarios

  1. Chicos! Muy buena la visita, me pareció súper dinámica y entretenida! Voy a ir al museo del pobo galego, que me interesó muchísimo

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